Todos hemos acudido alguna vez a
una entrevista de trabajo y ha finalizado con el típico “Gracias, nos pondremos
en contacto contigo”. Pues bien, he aquí el dilema: ¿Llamar o esperar a que te
llamen?
Stephanie Sarkis, pretende calmar
nuestro pesimismo post-entrevista y nos alienta a que pensemos que:
1. Puede
que no nos llamen porque el responsable está enfermo, de vacaciones, tiene una
emergencia, etc.
2. Puede
que estén tan sorprendidos por nuestras habilidades que están decidiendo
nuestro salario definitivo.
3. La
empresa no es tan perfecta como esperabas. Si ni siquiera te hacen saber que
estás en proceso de selección, te puedes hacer a la idea de cómo funcionan las
cosas ahí dentro.
Si realmente estás interesado/a
en el puesto de trabajo, Sarkis recomienda que muestres interés, pero
sin parecer demasiado ansioso/a. En este caso, la clave está en ponerse en contacto con la empresa a
través de correo electrónico o llamada. En ningún caso se recomienda un SMS, ya
que se considera demasiado intrusivo.
Por último, el mensaje debe ser
breve y debe expresar claramente que te interesa trabajar con ellos... ¡Mucha
suerte!